La Alhóndiga y los peones de glamour que la custodian

¿Quién se fijaba en la Alhóndiga antes de reformarla? La verdad es que pocos nos quedábamos con el detalle de este edificio tan emblemático que en su día cumplía con un objetivo totalmente mundano y funcional: era un almacén de vino. Como muchos otros edificios que ahora llaman la atención en Bilbao, durante muchos años se camuflaba bajo el gris de la suciedad y la contaminación. Gracias a la renovación llevada a cabo por Philippe Starck ha recuperado su belleza y ha adquirido una nueva funcionalidad dentro de la vida diaria de la ciudad convirtiéndose en un centro multiusos que alberga cafeterías, oficinas, restaurantes, mediateca y hasta un gimnasio con piscina.

Alhóndiga Bilbao

Alhóndiga Bilbao

Pero hoy no vengo a hablaros sobre si se elegió el mejor diseño para el edificio o si se le ha dado el mejor uso posible. A mí me gustaría llamar la atención sobre los elementos de decoración diseñados por Philippe Starck que se han colocado alrededor. ¿Os habéis fijado alguna vez en las mesas de ajedrez con sillas que invitan a participar en una partida de este noble juego? Las puedes encontrar en los laterales y en la parte trasera. Nunca he visto a nadie sentado dándole uso ¿será que los viandantes piensan que son meras decoraciones y no para usar? ¿O es que en Bilbao nos importa demasiado el qué dirán y nos da vergüenza  que nos vean sentados en calle? Yo creo que daría un ambiente muy interesante a una zona que tiene tanto tránsito de peatones. Sigue leyendo