Hoy como aventurera que soy, me desplazo hasta Italia porque es imposible hablar de diseño urbano y olvidarnos de una de las ciudades más mágicas y especiales del mundo: Venecia. Si la película de Waterworld se hubiera producido antes que del alzamiento de esta mágica ciudad, podríamos pensar que quizá el mundo protagonizado por Kevin Costner hubiera sido una fuente de inspiración. Sin embargo, es al revés ya que Kevin Reynolds dirigió esta película en 1995…quizá alentado por las calzadas bañadas de agua, quién sabe. Lo que sí se y me gustaría compartir son tres historias curiosas.
1ª Historia: el último aliento en el puente de los suspiros
El Puente de los Suspiros – Venecia
¿Conocéis por qué se le da este nombre al puente? pues ciertamente nunca un puente estuvo rodeado de tantos suspiros. Este pequeño paso une el Palacio Ducal, donde los acusados o prisioneros eran juzgados por sus delitos, con Piombi, la última prisión de la Inquisición. Este puente bien podría compararse con el corredor de la muerte, ya que los reos una vez eran juzgados y dirigidos a cruzarlo, sabían que no había vuelta atrás. Los procesados, viendo el fin de su condena no podían evitar exhalar una última bocanada al aire libre, conscientes de que se dirigían a cumplir con el final de su sentencia.
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